El verano es una época maravillosa para disfrutar del sol y el aire libre, pero también puede ser desafiante para la piel. La exposición al sol, el calor y otros factores ambientales pueden causar estragos en la dermis si no se la cuida adecuadamente. Estos son los 10 consejos esenciales para mantener la piel radiante y saludable durante esta temporada:
- Protector solar siempre: Evitar salir de casa sin aplicar protector solar, siempre es mejor optar por uno de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30. Aplicar generosamente en todas las áreas expuestas del rostro, incluyendo el rostro, el cuello, los brazos y las piernas. Fundamental no olvidar de volver a aplicarlo cada dos horas, especialmente si se transpira debido a una actividad física o si se asiste a una pileta o playa.
- Evitar el sol intenso: Intentar la exposición al sol durante las horas pico, que suelen ser entre las 10 a.m. y las 4 p.m. Buscar sombra cuando sea posible y usar ropa protectora, como sombreros de ala ancha y camisas de manga larga.
- Hidratación constante: Beber mucha agua para mantener la piel hidratada desde adentro hacia afuera.El agua es esencial para mantener la hidratación del cuerpo. Intentar beber agua a lo largo del día, incluso cuando no se tenga sed. Llevar una botella de agua ayuda a recordar que se debe beber regularmente.
El calor y el sol pueden provocar deshidratación, lo que puede afectar negativamente la salud de piel.
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- Alimentación cuidada: Incorporar alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras frescas, así como ácidos grasos esenciales, presentes en alimentos como el salmón y las nueces. Una dieta equilibrada y saludable puede ayudar a mantener la salud, tanto de la piel como del organismo en general, durante el verano.
- Limpieza suave: Después de un día de actividades al aire libre, asegurarse de limpiar suavemente el rostro para eliminar el exceso de sudor, protector solar y suciedad. En estos casos, es mejor utilizar un limpiador suave que no reseque la piel.
- Hidratación post-sol: Después de la exposición al sol, aplicar una crema hidratante para ayudar a calmar y reparar la piel. Buscar productos que contengan ingredientes como aloe vera o ácido hialurónico para proporcionar un alivio adicional especialmente, después de la exposición al sol, ya que ayuda a calmar la irritación, reducir la inflamación y proporcionar hidratación.
- Cuidado de labios: Muchas personas suelen cuidarse la piel pero omiten lo más importante, la boca. La piel de los labios es especialmente delicada y susceptible a los daños causados por el sol y otros elementos ambientales. Por eso, proteger labios con un bálsamo labial con protección solar es crucial.
- Exfoliación regular: La exfoliación ayuda a eliminar las células muertas de la piel, dejándola suave y renovada. Sin embargo, es recomendable no hacerlo en exceso, especialmente durante el verano, ya que la piel puede estar más sensible debido a la exposición al sol.
- Consulta profesional: Si se perciben cambios en la piel, como manchas nuevas, lunares sospechosos o irritaciones persistentes, no se debe dudar en consultar a un dermatólogo. La detección temprana de problemas cutáneos es clave para un tratamiento efectivo.
- Descanso y rejuvenecimiento: El verano es un momento para relajarse y recargar energías. Por eso, hay que asegurarse de tomarse tiempo para descansar y cuidar de uno mismo, ya que el estrés puede afectar negativamente la salud de la dermis.
Intentar dormir entre 7 y 9 horas cada noche es crucial para la reparación celular, la consolidación de la memoria y la regulación del estado de ánimo. Como así también durante el día, una siesta corta de 20 a 30 minutos puede ayudar a recargar energías sin afectar el sueño nocturno.
Con estos consejos en mente, se puede proteger la piel del daño solar y mantenerla radiante y saludable durante todo el verano. Recuerda que el cuidado adecuado de la piel es una parte importante de tu rutina de autocuidado, ¡así que no escatimes en ello!