Este nuevo descubrimiento ha sorprendido al mundo de la paleontología, debido a que este ha sido una de las especies más grande de su tipo, su tamaño es similar a la de un autobús articulado. Es la especie de dinosaurio que existió en la Península Ibérica: considerado como el último gigante de toda Europa. Es llamado Abditosaurus kuehnei y es una nueva especie de dinosaurio titanosaurio definido en la revista Natura Ecología & Evolución, a partir de los restos hallado en el yacimiento Orcau-1 al sur de la región de los Pirineos.
El nuevo hallazgo revelo que es un dinosaurio herbívoro de alrededor de 70,5 millones de años de antigüedad, con una medida de 18 metros de longitud, con un peso de 14 toneladas y que habrían morado los Pirineos en el periodo Cretácico superior. Los científicos de diferentes institutos describieron este nuevo prototipo a partir de los restos hallados en el yacimiento Orcau-1, en el Pallars Jussà.
Una de las especies de dinosaurio más grandes del mundo
Es, sin duda el esqueleto semi articulado más completo de esta clasificación de dinosaurios herbívoros encontrado hasta ahora en Europa. Su gran tamaño, es uno de los factores que más encanta a los investigadores.
“Los titanosaurios del periodo Cretácico Superior que habitaron Europa solían ser de tamaño mediano debido a sus procesos de evolución en condiciones costeras”, declara Bernat Vila, paleontólogo del ICP y dirigente del trabajo. “Es un hecho recurrente en la historia de la Tierra, cuentan con diferentes ejemplos a nivel mundial en el registro de los fósiles de esta predisposición evolutiva. Además siente admiración por las grandes dimensiones de esta nueva espécimen”.
¿Cómo es el esqueleto encontrado?
No es usual hallar muestras tan completas como esta. Los científicos han desenterrado 53 componentes esqueléticos de Abditosaurus kuehnei: diferentes vértebras, costillas, extremidades, cinturas pélvicas y escapulares, aunque estas son partes comunes halladas en otro lugar, lo que más llamó la atención fue un segmento semiarticulado del cuello estructurado por doce vértebras cervicales. Es raro hallar ejemplares tan perfectos en los Pirineos debido a su opresiva historia geológica”, expone Ángel Galobart, director del Museo Conca Dellà e investigador del ICP.
Este descubrimiento contribuye una nueva perspectiva al enigma filogenético y paleobiogeográfico de los llamados saurópodos que habitaron la tierra quince millones de años antes de su extinción.
Durante el periodo Jurásico y el Cretácico, gran parte de Iberia fue el centro de conexión entre África, América del Norte y Eurasia, esto ayuda a comprender cuándo existió conexiones entre ellos y cuándo se alejaron de estas partes del mundo.