El calor nos afecta a todos, sin embargo, existen personas que son más susceptibles, por lo que se considera que son intolerante al calor. Este tipo de problemas que suele darse en condiciones extremas proviene de un trastorno de la termorregulación. Lo que significa que nuestro cuerpo no puede regular la temperatura correctamente a nivel interno. Si eres una persona que sufre de ello, lo mejor es que tomes medidas durante los días más calurosos.
El impacto que tiene la ola de calor sobre otros
El hecho de que seas intolerante al calor puede parecer una tontería, pero la realidad es que los expertos en medicina afirman que esta condición es grave, pues de alguna manera predispone a las personas a sufrir riesgos de golpes de calor. Cuando hay un sobrecalentamiento de nuestro cuerpo, es posible que las células funcionen mal y hasta lleguen a morir. Ante una situación como estas puede haber una coagulación de la sangre.
Por otro lado, se produce filtración de toxinas en el torrente sanguíneo por vía intestinal. La combinación de todo ello, podría llevar a que otros órganos del cuerpo empiecen a fallar y puedan producirse daños imposibles de revertir. Así que es un tema que debe ser atendido.
¿Cómo saber si eres intolerante al calor?
Una persona que es intolerante al calor suele experimentar un nivel poco usual de sensibilidad cuando está expuesta al calor. Aunque hay que resaltar que dicho problema también puede llegar a deberse a condiciones de salud adicionales, o incluso por alteraciones genéticas. Ahora bien, existen algunas enfermedades que pueden hacer que una persona sea más susceptible ante el calor, y a continuación, mencionaremos algunas:
- VIH.
- COVID.
- Diabetes.
- Demencia.
- Fibromialgia.
- Alcoholismo.
- Esclerosis múltiple.
- Lesiones cerebrales.
- Enfermedad de Parkinson.
- Enfermedades autoinmunes.
- Síndrome del intestino irritable.
Síntomas:
- Fatiga.
- Mareos.
- Vómitos.
- Náuseas.
- taquicardia.
- Dolores de cabeza.
- Calambres musculares.
Un detalle importante que vale la pena destacar es que los mismos síntomas no se presentan en todos los casos, varía dependiendo de factores como el sexo, la edad y el peso de la persona. De hecho, es tanta la variedad de síntomas, que puede que alguien sea intolerante al calor, pero que no bote ni una gota de sudor. Por eso, es necesario estar atento a la reacción de nuestro cuerpo cuando está expuesto a la ola de calor.
¿Existe algún tratamiento para combatir este trastorno?
Tristemente no, no existe un tratamiento para combatir la intolerancia al calor. Sin embargo, quienes tienen esta tendencia pueden tomar algunas medidas de prevención. Por ejemplo, deben evitar exponerse al sol por largas horas, mantenerse en ambientes frescos y ventilados y en caso de haber estado expuesto al calor por mucho tiempo, tomar una ducha con agua fría tras haber reposado por unos 30 minutos.