Es típico que la vagina tenga varios olores que cambian dependiendo de la mujer individual y sus condiciones de salud actuales. Sin embargo, es importante saber cuándo es necesaria una evaluación médica.
Debido a que dependen de la flora vaginal y están influenciados por una serie de factores, incluidos los niveles hormonales, la actividad sexual, la dieta, el sudor, la higiene íntima, la presencia de infecciones y el pH vaginal, los olores vaginales son únicos para cada mujer.
Además, cada mujer tiene una variedad de olores, en muchos casos, pueden ser normales o indicar un problema en la zona íntima, por lo que es fundamental conocerlos.
Los olores asociados a pan, dulces, yogur y metal son comunes (y sanos). Sin embargo, cuando hay olores fuertes o desagradables (como los asociados a descomposición o a pescado maloliente), se debe acudir al ginecólogo para una valoración minuciosa de la zona íntima.
Así mismo, se requiere una evaluación médica si el olor se acompaña de ardor, dolor (especialmente durante las relaciones sexuales), sangrado vaginal no relacionado con el período o flujo vaginal excesivo.
Olor a yogur
El olor del yogur en la vagina se describe como fermentado o terroso. Como se dijo anteriormente, lo mismo resulta de la presencia de lactobacilos.
Olor metálico
El olor a metal es característico durante y unos días después de la menstruación. Los cambios en el pH vaginal y los productos sanguíneos como resultado del contenido de hierro en la sangre provocan esta afección. El olor vaginal metálico también puede resultar de sangre post-sexual ligera, secesión vaginal o relaciones sexuales vigorosas con pequeñas escoriaciones.
Un olor sudoroso, herbáceo o acre
Aunque tiene un olor menos apetecible, está relacionado con la confluencia de bacterias vaginales y el sudor. No es una condición médica y mejora con una buena higiene. Este olor está relacionado con el estrés emocional, lo que conduce a una mayor secreción de las glándulas vaginales.
Olor a sustancias químicas, amoníaco o productos de limpieza
Similar a la leja o amoniaco, este olor puede ser causado por varias cosas, como la orina. El mismo contiene urea, un subproducto del amoníaco que puede acumularse dentro de la ropa o alrededor de la vulva. Además, puede desarrollarse como resultado de la acumulación de urea en condiciones de deshidratación. La tricomoniasis y la vaginosis bacteriana son otras posibles causas.
Recomendaciones para mantener la higiene personal
Es natural tener olores vaginales. Pero es crucial reconocer cuándo ocurren cambios que sugieren un problema de salud. Se deben tener en cuenta los siguientes consejos al mantener una buena higiene personal:
Utilizando abundante agua de tibia y una toallita suave de pH neutro, lavando únicamente la zona genital externa (sin perfumes ni colorantes). Evitando duchas vaginales y desodorantes íntimos.
Cambie su ropa interior con frecuencia y opte por prendas de algodón que sean holgadas y desajustadas. Mantener la ropa interior limpia y seca. Evite usar toallas higiénicas todos los días. Dieta equilibrada rica en frutas, verduras y probióticos como el yogur.